En Internet en algún lado leí algunas críticas de algún lugar de turismo, por eso es que doy entrada a este tema aquí en la revista.

 

Que considerar cuando se viaja:

 

Mucha de nosotros ya hemos viajado, vamos y venimos buscando algo importante, diferente, sabemos que hay de todo, pero apreciamos lo que existe, nos procuramos un buen hotel, llevamos el dinero suficiente, nos cuidamos de no ser engañados, desconfiamos ligeramente, llevamos lo necesario, llevamos una tarjeta de crédito para emergencias, preguntamos o nos informamos y muchas veces caemos en algún error de viaje que incluso nos resulta de anécdota con el paso del tiempo.

 

Si eres así o parecido casi no tengo nada que decirte, pero lo recomendado es preguntar y buscar con cautela.

 

Lo realmente peligroso:

La Lluvia

Un 95% de las veces es algo inofensivo, nos moja corremos un poco, de viaje yo diría que hasta la disfrutamos como novedad, pero si habría que preguntar muchas veces más y ser precavidos.

 

En Monterrey, llueve muy poco pero una vez oímos en la televisión que había riesgo de lluvia por mal tiempo en el Golfo, lejos de Monterrey, pero iba hacia allá y se lo comentamos a mi suegra que vivía en Monterrey en ese entonces y de broma dijo, voy a sacar mis esquíes para esquiar en el Santa Catarina, un río sin agua.  En esa ocasión murió mucha gente que ni se imaginaba que aquel río sin agua llevaría tanta agua como nunca llevó.

 

Así recuerdo varias historias vividas, pero aquí lo importante es desconfiar y si hay peligro en muchas ocasiones.

 

En Veracuz un norte (vientos de hasta 100 kms/hr):

Que son huracanes o ciclones muy suaves.  Pero si en la avenida costera el viento tira un coco de la palmera sobre tu coche, o de una cornisa de una construcción de un piso te proyecta un pedazo de material de construcción sobre el cristal del auto, no te va a gustar el resultado.

 

 

 

Un Ciclón o un Huracán (vientos de 250 kms/hr):

Algunos han decidido quedarse, y saben que no es un juego, ahí se juegan la vida, son verdaderamente peligrosos.

 

Muchos lugares no tienen bien solucionada la salida del agua de forma rápida, algunas calles son ríos, algunas colonias o áreas son lagunas si se tapa una coladera o llueve más agua de la de costumbre, los pasos a desnivel,  etc. Hay que ser cautelosos.

 

Restaurantes:

Según lo remilgoso que seas, yo lo soy.

Hacer trabajar un restaurante bien es todo un reto, incluso los que viven de eso en instituciones de prestigio nacional batallan para que todas sus unidades y a toda hora den el servicio que desean.

 

Yo no entro en cualquier lado, o entro y pido con cuidado, generalmente si está concurrido es mejor que otro.

 

En México se acostumbra comer incluso en los mercados, o la gente sabe de los lugares más raros, yo por limpieza desconfío mucho, pero si hay muy buenos lugares así, para comer tacos de muchas formas. En Veracruz yo compraba mollejas de pollo como botana riquísimas que no he vuelto a comer hace mucho. Tacos en la playa de pescado que no creo pueda comer en ningún otro lado. Comprábamos toritos (bebidas de frutas) en un restaurante al que se llegaba en lancha. Todo esto por alguna recomendación yo no llegué a cualquier lugar esperando algo especial. Compraba picadas para llevar en casas particulares que no se si pudiera encontrar ahora nuevamente, fué la comunicación verbal la que me llevó a lugares poco conocidos y desde luego están muchos otros negocios establecidos con sus especialidades.

Belleza diferente: 

El mar de Veracruz que para mi es un paraíso, no tiene un color azul increíble, no se mete uno tanto al mar, pero se disfrutan muchas cosas de ahí diferentes. A veces recorrer su costera es el gran paseo, la sala de tu casa es la costera, tomas ahí y platicas con la brisa en tu cara y de cuadro el pasar de un buque, las aves y las olas.